La creación del mundo según los egipcios.

Antes de la aparición de los dioses sólo existía un oscuro abismo acuoso, el Nun, cuyas caóticas energías contenían la forma potencial e todos los seres vivos. El espíritu del creador estaba presente en estas aguas primigenias, pero no había un lugar en el que pudiera cobrar vida. La gran serpiente Apep o Apofis encarnaba las fuerzas destructivas del caos.
El acontecimiento que señaló el inicio de los tiempos fue la emergencia de la primera tierra, que salió de las aguas del Nun y proporcionó un soporte a la primera deidad. En algunos casos, adoptaba la forma de un ave, una garza o una aguzanieves, que se posaba sobre el montículo de tierra primordial. La primera deidad estaba dotada de varias potencias divinas, como Hu (palabra autorizada), Sia (percepción) y Heka (magia). Valiéndose de estas potencias, transformó el caos en orden, orden divino personificado por la diosa Maat, hija del dios del sol. El término Maat significa asimismo justicia, verdad y armonía. El orden divino corría constante peligro de disolverse en el caos del que había nacido.
La primera deidad tomó conciencia de su soledad y creó a dioses y hombres a su imagen y semejanza, y un mundo para que lo poblaran. Según el mito, los dioses proceden del sudor del dios del sol y los seres humanos de sus lágrimas. Por lo general, el poder creativo se vincula con el sol, aunque existen varias deidades a las que se considera creadores (Amón-Ra, Atón, Khnum, Ptah). En el templo del dios del sol en Heliópolis, el ave Benu era la primera deidad; representada en forma de garza, la radiante ave era una manifestación del dios creador del sol y llevó la luz a la oscuridad del caos. Cuando se posó en la tierra primordial, emitió un grito, el primer sonido.

lunes, 4 de abril de 2011

Apofis


Era una serpiente gigantesca, indestructible y poderosa, cuya función consistía en interrumpir el recorrido nocturno de la barca solar pilotada por Ra, para evitar que consiguiera alcanzar el nuevo día. Para ello empleaba varios métodos: atacaba la barca directamente o culebreaba para provocar bancos de arena donde el navío encallara. Todo ello tenía sólo una finalidad: romper la Maat, el «orden cósmico».
Apofis representaba el mal, con el que había que luchar para contenerlo; sin embargo, nunca sería aniquilada, sólo era dañada o sometida, ya que de otro modo el ciclo solar no podría llevarse a cabo diariamente y el mundo perecería. Para los antiguos egipcios era necesario que existiese el concepto del mal para que el bien fuera posible.
Los egipcios creían que, cuando el cielo se teñía de rojo, era a causa de las heridas provocadas a Apofis. También, interpretaron que loseclipses eran obra suya, en la lucha en la Duat.Todas las serpientes eran su encarnación, excepto la cobra, que representaba al Sol. En Egipto la cobra (uraeus) era un símbolo de resurrección, siendo el animal protector de los faraones, y en la ciudad de Buto eran veneradas por su carácter benéfico.

Mehen

Archivo:La tombe de Sethi 1er (KV.17) (Vallée des Rois, Thèbes ouest).jpgMehen "La que se enrosca", fue una de las deidades con aspecto de serpiente de la mitología egipcia. A pesar de su aspecto aterrador, se le consideraba un espíritu benévolo y protector de la sagrada barca solar de Ra, en su diario recorrido nocturno por la Duat, el Inframundo.En muchas representaciones, las curvas de su cuerpo envuelven la capilla de Ra, o su barca, como un escudo protector contra las fuerzas del mal, encarnadas en el Inframundo por otra serpiente, Apofis, símbolo del caos universal.

domingo, 3 de abril de 2011

Nefertum

Archivo:Nefertum.svgNefertum "Atum el bello", dios primordial de la mitología egipcia que simbolizaba el nacimiento del Sol.Fue representado como un hombre coronado con una flor de loto azul y dos altas plumas; o también con cabeza de león, como hijo de Sejmet, y tocado compuesto de una flor de loto, dos plumas y dos collares menat como símbolo de placer y fertilidad; o montado sobre un león. A veces lleva un sable curvo, como guardián de las fronteras orientales de Egipto. En ocasiones es representado como un niño sobre una flor de loto.Se le asocia a la teología de Menfis, donde era, desde el Imperio Nuevo, el hijo de Ptah y Sejmet, con quienes formaba tríada, aunque, con frecuencia, su lugar era ocupado por Imhotep. En Buto es el hijo de Uadyet y Ra.
Dios primordial, aunque inicialmente no puede ser considerado un demiurgo, era el responsable de vigilar y guardar las fronteras del Este. También era el protector de la segunda hora del día.
Dios cuyo nombre significa "Atum el bello"; representa al loto, ya que estaba asociado originariamente a Atum niño. Según los mitos heracleopolitanos y hermopolitanos, este niño que salió del loto emergido de las aguas del Nun, y simboliza el nacimiento del Sol; en Hermópolis Magna, en otra versión de su cosmogonía, era el Sol que nacía de un loto y representaba la energía que da vida a todo lo que crece y se desarrolla, pero también era el fuego que destruía.También era considerado "Señor de los Perfumes" y como tal aparece en los Textos de las pirámides.